COMO LIDIAR CON UN JEFE ESPECIAL…

1-Apóyalo en lugar de quejarte:

Desarrolla una estrategia de trabajo que complemente sus puntos débiles, usando sus deficiencias a favor de la relación.

– Jefe desorganizado: preséntale un plan de trabajo.

– Jefe que tiende a sobrecargarte de trabajo: aclara las expectativas en cuanto a las fechas de entregas y calidad del trabajo.

– Jefe que no da instrucciones específicas: pregunta, pregunta y pregunta. No asumas lo que quiere de ti. Explícale cómo una orden más detallada puede impactar el resultado que se está buscando.

2- No te tomes sus críticas en forma personal

Es posible que estés malinterpretando una crítica como ataque personal. «Lo más importante de aprender a conocer a tu jefe es entender que sus actitudes responden a su forma de ser y no son personales hacia ti», dice Julio Bevione, periodista y life coach. Toma distancia y trata de ser objetivo.

3- Expresa tu desacuerdo sin desafiar su autoridad

Es completamente válido que estés en desacuerdo con tu jefe. Sin embargo, debes ser cuidadoso al expresar tu opinión y saber elegir el momento. «En términos generales, es mejor expresar los desacuerdos en privado, nunca en una reunión en la que haya pares de tu jefe, a menos que te pregunten directamente», dice Arturo Poiré, coautor del libro La ventaja del latino en el trabajo: usa lo que eres para llegar a donde quieres. Además debes aclarar que el hecho de «estar en desacuerdo no significa que no vayas a hacer lo que (tu jefe) te indica».

Un último consejo: exprésate con respeto y no lo desafíes.

4- No lo critiques, preséntale alternativas

Bevione sugiere que cuando estés en desacuerdo con tu jefe lo mejor es no criticar su posición o tratar de demostrarle que tú tienes la razón. Una forma más efectiva es presentarle tu opinión como una alternativa o sugerencia. «Así lograrás, incluso, ganarte su confianza».

5- Conoce las metas de tu jefe y ayúdalo a alcanzarlas

Concéntrate en trabajar en aquellos proyectos que son importantes para tu jefe. «Tal vez estás esforzándote pero no en las áreas que son críticas para él. Recuerda que es tu responsabilidad iniciar algunos diálogos y pedir retroalimentación», dice Poiré. En consecuencia, sé pro-activo.

6- Ten una actitud positiva

Es posible que sin darte cuenta tus actitudes estén contribuyendo a que la dinámica de trabajo entre tú y tu jefe no sea óptima. La próxima vez que tengas una discusión difícil procura hacer una revisión mental de cómo fue tu actitud en esos momentos. ¿Fuiste negativo, poco cooperativo? ¿Tenías los brazos cruzados, el ceño fruncido? ¿Te pusiste a la defensiva? «Uno tiende a subestimar cuánto de nuestro estado de ánimo se hace evidente a los otros, en especial en el trabajo», dice Poiré. Para monitorear el comportamiento el experto sugiere pedirle retroalimentación al mismo jefe y a compañeros de trabajo.

7- Respira profundo

Cuando sientas que la conversación que estás teniendo con tu jefe va por mal camino, tómate un minuto para respirar profundo. Si te es posible, aléjate de la situación (ve por un vaso de agua o al sanitario). Utiliza el tiempo para respirar, despejar tu mente y relajarte. Verás cómo el simple hecho de respirar profundo puede cambiar tu energía.

Y por último, si decidieras renunciar por razones ajenas a esta relación procura irte en buenos términos con tu jefe. Recuerda que, lo quieras o no, es posible que la influencia de tu superior vaya más allá de tu actual trabajo. «Los jefes anteriores son una fuente de información para el mercado y todos aquellos que quieren saber de nosotros».